23.11.05

Adolescencia

Durante los años de primaria, las niñas son tan grandes o hasta más grandes que los niños de su grupo. Entre los 11 y los 14 años, en promedio las niñas son más altas y tiene mayor que los niños de su edad. La diferencia en el tamaño puede darle a las niñas ventaja en las actividades físicas, aunque algunas pueden presentar algún conflicto y, como resultado, menospreciar sus capacidades físicas. Sin embargo, la diferencia en el ritmo de crecimiento es más pronunciada al principio de la pubertad.

La pubertad no es un acto aislado, sino una serie de cambios que abarcan casi todo el organismo. El resultado final de todos estos cambios es la capacidad de reproducción.

Generalmente, las niñas comienzan la pubertad dos años antes que los niños y alcanzan su estatura máxima a los 16 años, la mayoría de los niños siguen creciendo hasta los 18 años. Para una joven normal, la adolescencia comienza con el desarrollo de los senos entre los 10 y 11 años y dura aproximadamente 3 años. En tanto que ésta es la edad promedio, el rango de edad en que se presenta es de 9 a 16 años. El 80% de las niñas tienen su primera menstruación entre los 11 y medio y los 14 años y medio años. Para el joven norma, su desarrollo comienza entre los 11 y 12 años. En general, los muchachos son más variables que las muchachas en lo que se refiere al momento en que se presentan estos cambios físicos de la adolescencia. El tiempo que se necesita para que se presenten todos los cambios de la pubertad varía más en los hombres y el rango de las diferencias en la estatura y el peso, al final de la pubertad, es mayor para los hombres que para las mujeres.

Los cambios físicos que se presentan en la adolescencia tienen efectos importantes sobre la identidad del individuo.

Los psicólogos se han interesado, en particular, en la diferencias sociales, académicas y emocionales descubiertas entre los adolescentes que maduran prematuramente y quienes tardan más en ello.

Primero, parece que la maduración temprana trae ventajas académicas. Por lo general, los estudiantes que son físicamente maduros tienden a obtener calificaciones más altas en los exámenes de capacidad mental que otros estudiantes de la misma edad pero menos maduros. Segundo, la maduración temprana parece tener ciertas ventajas especiales para los jóvenes. Es más probable que estos disfruten de un nivel socioeconómico más alto, suelen ser los líderes y más populares. Por otro lado, los jóvenes de maduración tardía pasan malos ratos. Además, debido a que las mujeres maduran antes que los hombres, hasta los jóvenes que maduran tardíamente se han desarrollado por completo para cuando los jóvenes de maduración tardía terminan su desarrollo. El último en salir de la infancia podría pasar muchos años rodeado de compañeros maduros. Éstos jóvenes suelen ser menos populares, y más ansioso de atención.

Esta situación parece ser injusta, en especial debido a que es muy poco lo que puede hacer el individuo para cambiar su reloj genético. Sin embargo, posteriormente estos jóvenes tienen ciertas compensaciones.

Algunos estudios muestran que, en la edad adulta, los hombres que maduraron antes tienen un pensamiento menos creativo y menos flexible, en tanto que los que maduraron tardíamente son más creativos, perceptivos y tolerantes. Quizás las tentativas (acción con que se intenta) y las ansiedades originales por la madurez tardía ayuden a algunos jóvenes a resolver mejor los problemas.

Para los jóvenes, la maduración física temprana parece ser menos importante para determinar el nivel social. Sin embargo, el que maduren más rápido que sus compañeros puede ser una desventaja.

Ser más grande que todos los compañeros del grupo no es una característica que se valore en nuestra cultura. Quizá la niña que comienza a madurar antes, será la primera en pasar por los cambios de la pubertad. Esto no puede ser muy preocupante para algunos, en especial si no están preparadas para estos cambios o si los amigos la molestan. Parece que las niñas que maduran después tienen menos problemas, sin embargo, tienen miedo que algo malo les pase Todos los estudiantes pueden beneficiarse al sabe que la variabilidad del ritmo de maduración es muy grande.

Cambios fisiológicos.

La pubertad es el período de las grandes transformaciones físicas, sexuales y psicológicas. Puede comenzar a los 10 años y terminar a los 17. La pubertad se sitúa, para la mayoría de los muchachos y muchachas, entre los 12 y 15 años. A partir de ese momento, están preparados fisiológicamente para la reproducción.

No hay que olvidar que al estar completamente sometidos a la influencia de las hormonas que funcionan a toda velocidad, el comportamiento de los chicos y chicas es de los más extraño y variado.

Pubertad en las mujeres.

El indicio más importante de la llegada de la pubertad en las chicas es la aparición de la primera regla. Sin embargo, numerosas manifestaciones anteriores nos indican que algo está cambiando en su cuerpo; son las pruebas de que el sistema hormonal se ha puesto en función.

En la parte baja del cerebro se encuentran dos órganos estrechamente relacionados: el hipotálamo, que es el centro de regulación y de control, y la hipófisis, que es el director de todo el sistema hormonal. Hacia los 7 u 8 años, la hipófisis, estimulada por el hipotálamo, se pone en funcionamiento y secreta dos hormonas, la hormona folículo-estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Pero todavía no puede verse el trabajo. Más tarde, con el aumento progresivo de esas dos hormonas, los órganos sexuales (los ovarios), se ponen en funcionamiento. Éstos, que a la vez están estimulados por la FSH y la LH, secretarán dos hormonas femeninas: los estrógenos y la progesterona. Todo este trabajo se hace lentamente, de manera que poco a poco los órganos genitales femeninos van madurando para poder llevar a cabo la instalación de la función reproductora.

El primer papel de los estrógenos (que son las hormonas secretadas por los ovarios) es el de hacer aparecer el vello y ordenar el crecimiento de los pechos. Todo este proceso se lleva a cabo con el siguiente orden:

Aparece el vello púbico alrededor de los labios mayores y se observa también cómo sobresale ligeramente la papila de la mama.

Mientras el vello que recubre el pubis se va espesando, despuntan ya los botones de los pechos.
Los senos crecen progresivamente pero todavía no se desarrolla el pezón ni la aréola.
El pecho se forma con la aréola (es la zona de piel que es algo irregular que rodea el pezón), que se extiende y se oscurece, y el pezón, que aumenta de tamaño y sobresale; el vello del pubis se hace más espeso y se extiende. Suele ser en ese momento cuando llega la primera menstruación.


Los pechos se desarrollan completamente, se marcan con precisión los contornos y aparece vello en las axilas.

Estas transformaciones tardan como dos años.

La pubertad en los hombres.

Cuando el muchacho tiene la primera eyaculación (que es la primera expulsión de semen fuera del pene), puede considerarse que ha entrado en la pubertad. Corresponde a la primera regla de las mujeres, pero hasta que el cuerpo de los chicos puede llegar a ese estado de cosas ha de pasar un tiempo más largo, unos 3 años, aproximadamente.

La edad puede ser de igual manera una cuestión bien variable, la pubertad puede comenzar a los 14 o 15 años y continuar hasta los 18 o 20 años; también influye la herencia, pero es más difícil que los padres se acuerden de su primera eyaculación, ya que no es tan evidente como la primera regla.

La hipófisis, es una pequeña glándula situada en la base del cerebro, al ser estimulada por el hipotálamo segrega una hormonas, la hormona foliculoestimulante (FHS) y la hormona luteinizante (LH). La acción de estas dos hormonas hipofisarias se realiza, en los hombres, en los testículos, produciendo el mismo resultado que hemos observado en el desarrollo de las mujeres: la maduración de los órganos genitales que hace posible la reproducción.

La FSH multiplica y hace madurar las células germinales que se encuentran en los testículos. Éstas se convertirán en espermatozoides. Las glándulas anexas, como por ejemplo la próstata, se encargan de que los espermatozoides sean aptos para la fecundación.

Por otro lado la LH hace que los testículos secreten una hormona masculina, la testosterona, que da los caracteres masculinos. En los hombres, y a diferencia de las mujeres, la formación de las células germinales no se produce de forma cíclica (que ocurre en ciclos), sino es permanente a lo largo de la vida.

La secreción de hormonas masculinas se mantiene en constante equilibrio, así, cuando la tasa de testosterona sube en la sangre, la secreción de LH es frenada por la hipófisis y viceversa.

Las transformaciones de las marcas sexuales en el muchacho ocurren de acuerdo a las siguientes etapas:


A los 11 años, según el promedio (9 a 13 años), el pene y los testículos tienen la misma medida que los de un niño de 4 o 5 años; quizás puede verse un leve vello en el pubis.


A los 12 años (promedio entre 10 y 14), los testículos comienzan a aumentar de volumen, los pelos del pubis se hacen más visibles aunque aparezcan de una manera dispersa o clara, el pene no varía de tamaño.


Hacia los 13 años (promedio entre 11 y 16 años) el vello púbico se hace más denso, rizado y espeso, ocupa más superficie; el pene comienza a alargarse, los testículos continúan aumentando su volumen, que se multiplicará por 8 en 3 años aproximadamente.


La zona del vello forma un triángulo, es casi como la del adulto pero ocupa menor extensión. El pene se alarga, el glande aumenta de tamaño y se hace cada vez más estimulante (pueden producirse algunas erecciones involuntarias, no seguidas de eyaculaciones, desde muy temprano), la piel toma otro color y se forman algunos pliegues o bolsas que poco a poco se hacen más oscuras y gruesas.


Aparecen las primeras eyaculaciones, pero la pubertad no se completa hasta que no se alcancen los 17 o 18 años (media 15 y 21 años), cuando los órganos genitales en su forma y enmarcación sean como los de adulto.

Caracteres sexuales secundarios:

La muda: El cambio de voz, pues, se debe a la acción de la testosterona. La forma de la laringe se altera avanzándose un poco.

La barba: cuando el mentón se oscurece y el bigote se marca un poco, quiere decir que la pubertad ya está terminando.

Los vellos: Abajo de las axilas crecen bastante tarde, primero se extiende por el estomago hasta el ombligo, más tarde en la parte inferior de las piernas y por encima de los testículos y el pene; ya pasada la pubertad crecen vellos en el pecho, en las manos y en la espada.

Cambios emocionales.

Los adolescentes se encuentran ante un dilema, atormentados entre las ganas de volar con sus propias alas y el miedo a soltarse de la mano de sus papás. Que se oponen, que tienen que aguantar el mal humor, pero eso es normal. La adolescencia es un período de malestar, en el que se plantean grandes dudas, contradicciones, tanteos, excesos de todo tipo, que son necesarios en esta etapa que sirve para afirmarse. Ser indulgente (fácil de perdonar), no llevarles la contraria, ayudarles a describir su personalidad, sus valore de adulto, esta es la única manera de vivir esta etapa, entre padres e hijos, de una manera enriquecedora. El camino puede ser más o menos doloroso, rápido, o frenado por tentativas inciertas. Hay que saber escuchar para poder evitar a tiempo depresiones u otros extremos como son fugas, afiliaciones secretas o hasta llegar al peor de los casos: tentativas de suicidio.

Al mismo tiempo que hay que asumir, aunque sea bueno o malo, las transformaciones de su cuerpo, el adolescente descubre que tiene que hacer una cosa más y que es muy importante: hacerse cargo de su vida personal.

El adolescente se da cuenta de que ya no puede seguir así, siendo el niño o la niña que obedece a sus papás. Pero ya no es un niño, pero tampoco un adulto, y entonces entra en la crisis de identidad, porque no sabe quien es; le hace falta descubrir a cualquier precio cuáles son sus puntos de referencia y para ello pasará por varias etapas como la duda, el rechazo, la provocación, las experiencias, la ansiedad, etc.



Los cambio de humor.

Los adolescentes suelen ser malhumorados y regañones, por una cosita se hunden de tristeza, se vuelven coléricos, furiosos y no hay quien los entienda. Los adultos no saben que decirles y, de repente, ya están risueños, simpáticos, cariñosos, etc.

Los cambios frecuentes de humor pueden tener raíz fisiológica debida a las descargas de hormonas que se vierten en el organismo (como cuando las mujeres tienen su menstruación), o también causas psicológicas. Les sacan de quicio todas esas razones tan convencionales sobre las que se apoyan tantos padres. Los adolescentes son seres insatisfechos y se pueden comprender por qué: están descontentos con ellos mismos, cuando no logran saber que hacer, ni que pensar o decir, cuando no logran organizar sus propios impulsos o deseos.


Son bastante egocéntricos (que creen que ellos son el centro de atracción) y no les gusta que se les moleste en su manera de vivir.


Los cambios de humor son también un reflejo de lo que viven en su interior; sus problemas de amor, sus decepciones, sus malas calificaciones, la certeza del fracaso les hace volverse gruñones, inquietos, protestones.

Es difícil hacerse mujer.

Hasta la pubertad, las chicas no se preguntaban muchas cosas, porque se veían igual que los chicos. Con la llegada de las primeras reglas, las chavas se dan cuenta de que están obligadas a convertirse en una joven mujer. Se ha definido todo lo que ha podido acercándose a los chicos y tratando de imitarlos. No están muy a gusto, se están volviendo tímidas, sensibles, sueñan con fantasías; deben encontrar un estilo que se pegue a su personalidad. Además, hace falta, que sea capaz de hacer frente al mundo masculino que comienza a mirarla bajo otros aspectos.

Encuentran todo difícil; con todos los modelos que colecciona no puede escoger. De alguna manera, se siente engañada. En efecto, la joven mujer de hoy en día debe ser desenvuelta e inteligente, pero a su vez, dulce y subordinada, deportista pero feminista. Sobre todo no debe ser frígida, pero tampoco de una sexualidad exuberante; debe ser madre y ama de casa, y también estudiar y ganarse la vida. Piensan que es una locura lo que la sociedad moderna pide de ella. Ellas se preguntan todo el tiempo: ¿soy normal?, ¿cómo conciliarlo todo?

Es difícil hacerse hombre.

Desde su infancia, los chicos se ven muy influidos por su estatus de chico; parecerse a una chica sería la peor desgracia. En la adolescencia, los hombres deben descubrir sus dones físicos e intelectuales; debe darse a conocer en el campo del deporte, preocuparse por su cuerpo, compararse con sus compañeros (¿soy guapo?, ¿bastante musculoso?). En la clase, ha de saber rápidamente lo que vale: o es un alumno brillante y tiene un porvenir asegurado, o es un alumno medio y ya no se presenta tan bien su futuro.

Además, es la edad de las experiencias, pone en marcha cierta máquina: su visión del mundo, sobre sus padres (no son tan perfectos como parecían), las chicas (son más complicadas de lo que se creía); en suma, es el gran momento de las hazañas, de las desilusiones, de la formación de la personalidad. Por último lo que hará en su futuro; ha de construirse un proyecto de vida que se base en determinados valores abstractos (amistad, generosidad, cultura, situación social, etc) o concretos (la cuenta bancaria, la casa, los viajes con los compañeros, la economía familiar, etc). Este proyecto debe realizarse con los medios que están a su alcance, los inconvenientes que se le imponen, lo que trae muchos dolores de cabeza.

Desarrollo Sexual.

Es probable que el aspecto más importante del desarrollo durante estos años sea la madurez sexual. Los adolescentes sexualmente maduros tienen el equipo necesario para las relaciones sexuales, sin embargo, en las culturas modernas, pasan por un largo período de educación o de entretenimiento antes de que la sociedad los considere preparados para el matrimonio. El efecto emocional de las experiencias sexuales durante este período puede tener repercusiones en la escuela, tanto en los estudiantes que intervienen, como en los compañeros que se enteran de sus experiencias. En décadas pasadas, era más probable que los hombres tuvieran relaciones sexuales antes del matrimonio. Actualmente, cerca del 60% de los adolescentes solteros, sean hombres o mujeres, han tenido relaciones sexuales antes de los 19 años.

Conforme sus cuerpos maduran sexualmente, los adolescentes deben realizar algunos ajustes emocionales y psicológicos. Su posición respecto a lo que significa ser hombre o mujer se ha desarrollado durante años, quizás desde su infancia. Ahora, deben empezar a consolidar su identidad sexual y sentirse a gusto con ella.

Es posible que los maestros tengan estudiantes de muy diversos tamaños, madurez, y conocimientos sexuales. Como hemos visto, ser muy distinto a los demás parece ser una ventaja sólo para los muchachos que maduran antes que sus compañeros. Para los demás, ser diferente les puede causar problemas en su desarrollo emocional y social.

Muchos jóvenes se extrañan de que los adultos den tanta importancia a la relación sexual: "Para mí, el ligue" ya me va bien; besarse, acariciarse, andar tomados de las manos durante horas y horas, mirarse a los ojos; nos basta con apoyarnos en un árbol y cubrirnos con la sudadera de miradas indiscretas. El resto, para más tarde. El sexo no les interesa tanto si no salen con alguien, a menudo rechazan la relación sexual hasta que no están seguros de su pareja, a veces, la posponen hasta el noviazgo, hasta el matrimonio hasta acabar los estudios, etc. Al mismo tiempo que dicen que para entregarse a alguien "hay que amar hasta la locura". Y tienen razón. Hacer el amor no es un acto cualquiera, es uno de los más notables, de los más ricos en sensaciones y, para que sea satisfactorio debe estar acompañado de una gran dosis de amor, de sensibilidad, de emoción.

Pero quien dice adolescente dice "frágil", fácil de influir, pronto a todo por habladurías, fanfarronadas o falta de cariño, sobre todo en familias donde reina el desacuerdo, la rigidez o la dejadez. Los adolescentes de estas familias tendrán antes que los otros una vida sexual activa, pero no por eso plena.

En nuestra sociedad en la que el amor es fácil, el placer inmediato triunfan en todos los cines, en todos los rincones de las calles, y en las revistas, no hay que ser inocente y creer que los adolescentes es están protegidos ante los males por siempre y para siempre.

Sabemos que la relación sexual sobreentiende la plena asunción de nuestro cuerpo y sus responsabilidades. Se encuentra justificada en la armonía de dos seres que se consiguen en el tiempo. A menudo, los adolescentes no son los suficientemente maduros para emprender esta experiencia, conocen de una forma imperfecta el funcionamiento de su cuerpo y todavía no han adquirido el sentido de sus responsabilidades ni quieren conocer las consecuencias de sus actos. Muchas veces el "paso a la acción" da lugar a actos fallidos, desencantadores, a veces dramáticos por ser prematuros.

Pero encontramos algunos jóvenes que tienen tendencia a creer que hace falta haber tendido la experiencia de una relación sexual para "ser normales" y situarse en relación a los demás, para darse importancia a los ojos de los demás y para ser aceptado por los demás. La gran pregunta ¿soy normal? Todavía los asusta. La búsqueda de la uniformidad que se encuentra en la adolescencia y que, una vez más, hemos de lamentar.

Si bien no hay edad para tener la primera relación sexual, los jóvenes no sacarán nada satisfactorio, nada realmente positivo de una relación sexual que se vive precipitadamente "para ser como los demás" o "para saber como es", etc. Hay encuestas que rebelan que la mitad de los chicos entrevistados declaraban que se habían acostado con chicas a quienes no amaban, y solamente 25% de las chicas lo reconocían.

No hay comentarios.: